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Mostrando entradas de enero, 2020

Reconocer y agradecer

Has hecho un buen trabajo. Qué bien se te da cantar. Tienes una facilidad innata para solucionar problemas. Me encanta cómo enfocas las cosas que te pasan. Eres un crack del bricolaje… Son algunas de las fórmulas que utilizamos para reconocer habilidades en los demás, aunque sea algo en lo que no nos prodiguemos tanto como parece. ¿En qué nos beneficia reconocer lo bueno en los demás? ¿Y aceptar el que nos hacen los otros? ¿Practicamos el autorreconocimiento? Sienta bien, sienta más que bien cuando alguien nos señala el valor de nuestro esfuerzo; ese momento en el que la otra persona nos dice, verbal y gestualmente, que hemos hecho un buen trabajo. Entonces, ¿por qué no lo practicamos más? La dificultad reside tanto en el emisor como en el receptor, ya que, si bien nos cuesta agasajar a los demás mediante el reconocimiento, a nosotros también nos resulta difícil recibir esa forma de gratitud. En entornos sociológicos consideran que todo está en una falta de costumbre,

Compasión inteligente

¿Qué ocurre cuando alguien acude a nosotros para contarnos un problema ? ¿si una amiga desea desahogarse hablándonos de una situación de la que no sabe salir ? ¿Cómo podemos ayudar de una manera eficaz a ese ser querido? Desde el Coaching traemos un nuevo término, la compasión Compasión, pero no entendida desde el ego, es decir, sin empoderarnos mediante la comparación con el “yo no estoy tan mal” o “yo estoy mejor”; vista desde lo emocional, se trataría de la denominada compasión inteligente , aquélla basada en la empatía y el altruismo . Compadecer a alguien que se encuentra en una situación de la que no sabe salir, bien porque siente miedo , tristeza o incluso intuimos que ira , es el primer paso para poder ofrecer apoyo y ayuda. Con la empatía nos ponemos en los zapatos del otro , pero es un calzado que nos aprieta ; con el altruismo intentaremos que la persona se sienta emocionalmente bien, sin interés “crematístico” alguno por nuestra parte.   Man

¿Tienes miedo?

Es posible que respondamos que no, que lo neguemos; a no ser que estemos a punto de descender a toda velocidad por el carril de una vertiginosa montaña rusa, o quizá mientras, parapetados detrás de un cojín, estemos viendo una película de terror. ¿Te suena? El miedo es una de las emociones primarias y que como tales forman parte de nuestro modo de ser y estar en el mundo; se sitúa en la base de otras conductas que mostramos a los demás, como la ira o la tristeza. Se puede tener miedo a muchas cosas y aunque haya héroes forjados y magnificados en nuestro acervo cultural, lo cierto es que el más valiente suele ser aquél que se enfrenta al miedo y no el que no lo tiene. Negociar con la emoción A veces el miedo aparece ante la posibilidad de un cambio, de forma que por muy elevado que sea nuestro nivel de malestar, aunque nos sintamos desdichados e infelices, es posible que prefiramos quedarnos en nuestra zona de confort, sin mover nada. Otras veces esta emoci

Cómo responder a una intervención

Cuando alguien nos increpa, juzgando nuestra forma de ser, pensar o actuar podemos tomar parte activa. Posiblemente esa persona tenga sus razones, pero nosotros también. Al fin y al cabo, un diálogo es un diálogo, no un monólogo airado desde una posición de enfado, sin tener en cuenta el hecho de que, a lo mejor, no necesitamos su opinión al respecto. Haciendo un guiño a la popular serie de televisión “Cómo conocí a vuestra madre” es lo que se entiende como una intervención, cuando una o varias personas cercanas al que será intervenido se reúnen con este último para “aconsejarle” acerca de cómo debe actuar o comportarse. ¿Qué hacer ante una intervención? ¿Cómo podemos responder si alguien empieza un discurso contra nuestra forma de actuar? ¿O cuando intentan cualquier forma de manipulación? ¿Si, aprovechando nuestra escucha activa, entra en bucle narrando algo que ocurrió hace tiempo y que igual nosotros ni siquiera recordamos? ¿Cómo gestionar el enfado, la gesticulación

Hacer balance sin perder el equilibrio

Suele ocurrir a finales del año , o a comienzos del siguiente que, como en la canción del grupo Mecano “hacemos el balance de lo bueno y malo” Mas, ¿cómo hacer ese balance? ¿nos centraremos en los aciertos o en los errores? ¿hacemos como en la cuenta de resultados, con un debe y un haber? Retos y logros Desde el Coaching os propongo que cojáis papel y boli , trazando una línea longitudinal en el folio , de arriba abajo. En el lado derecho enunciamos la columna con el término logros ; en el izquierdo hacemos lo mismo, pero con la palabra retos . Entendemos estos últimos como aquellos aspectos sobre los que queremos volver, sin olvidar que toda acción sirve para algo, por lo que, si en una ocasión anterior no lo alcanzamos como reto, esta vez sí lo haremos (si es que lo marcamos como nuestro objetivo) Conseguido Especial atención merece el lado derecho del folio, donde residen nuestros logros del año : quizá has conseguido el trabajo deseado, o has l