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Desescalada emocional


Dicen algunos expertos que durante los tres últimos meses de cuarentena y posterior pseudoconfinamiento es posible que nos hayan ocurrido muchas cosas, como el hecho de enfrentarnos a pérdidas de algún ser querido, del trabajo, de la libertad y hasta de la alegría o también que nos hayamos reencontrado con lo mejor de nosotros mismos y de las personas con las que tenemos relación; sea como fuere, ha llegado el momento de confrontar lo que sentimos: desde el Coaching te invito a seguir tu propio proceso de desescalada emocional

Tensiones, miedos, malestar físico y psicológico son factores que han estado presentes durante el trimestre y pico que hemos pasado en cuarentena por coronavirus; no obstante, según algunas encuestas, consideramos que nuestras relaciones familiares han mejorado. Es una de las conclusiones de la consulta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a una muestra de 4.000 europeos de entre 18 y 74 años de edad y residentes en países como España, Bélgica, Italia y Portugal.



Una de las conclusiones principales de dicha encuesta es que en el 60% de las familias se han vivido situaciones de enfrentamiento, conflictivas debido a factores tales como las tareas escolares de los hijos (34% en el peso total del estrés familiar), la convivencia en el espacio durante toda la jornada (28%), los trabajos del hogar (26%), la compartición de dispositivos electrónicos, televisión incluida (23%), con el mismo peso en la tensión familiar que el apartado de actitudes ante la enfermedad; el resto, 11%, se explica debido a otras cuestiones. Hay más: el 63% de los encuestados consideran que la cuarentena les ha afectado negativamente en su estado físico, frente al 13% que opina todo lo contrario, que el efecto ha sido positivo en sus relaciones.

Con el bienestar emocional ocurre otro tanto: mientras el 58% cree que le ha afectado de forma negativa, el 9% opina que lo ha hecho en positivo. ¿Qué es lo que diferencia a unos de otros? Desde el Coaching te invito a reflexionar a propósito del carácter de los sucesos que te ocurren cada día: ¿son positivos, negativos o neutros? Si optas por este último término, ¿cómo se puede reenfocar cada hecho para convertirlo en algo que mejore tu bienestar?

En pareja, en familia...

“Durante la cuarentena abordar diferencias importantes debería estar permitido sólo para aquellas parejas expertas emocionalmente y que supieran resolver conflictos sin guardar rencores”, dice Isabel Serrano, experta en Psicología Positiva y relaciones interpersonales de enpositivoSí; “necesitamos unión y remar juntos, así que cualquier diferencia que pueda surgir, si no es urgente, seguro que tampoco es prioritaria”.

Dice esta psicóloga que el respeto es un factor fundamental; “una forma de respetar es mantener la conexión, centrarse en lo que nos une y no poner demasiado énfasis en lo que puede generar un conflicto; incluso en estos momentos sería preferible generar un tiempo de espera, dado que también fortalece”. Entonces, tras la cuarentena, ahora que volvemos poco a poco a la normalidad, podemos hacer balance y centrarnos en lo positivo, en lo que hemos ganado. 



Así que como ejercicio te propongo que en tu Diario Coaching anotes todo aquello que te une a tu pareja o a cualquier otro miembro de la familia con quien hayas tenido algún roce durante tu periodo de confinamiento. Anota todos los aspectos, por nimios que te parezcan. Luego te invito a que lo compartas con la persona en cuestión y que le pidas “feedback” o retroalimentación, esto es, que te exprese qué opina de lo que le cuentas. Sería interesante que tu pareja o familiar hiciera lo propio y compartiera contigo aquello que os une. 

En el estudio de OCU citado el impacto de la cuarentena en las relaciones según la tipología familiar arroja más valores positivos que negativos, aunque depende del perfil de cada hogar; por ejemplo, para las familias formadas por la pareja, hijos pequeños y algún adulto más el impacto en sus relaciones ha sido positivo para el 61% de los encuestados; le siguen las familias monoparentales, con el 54% en cuanto a impacto beneficioso. Los núcleos familiares integrados por parejas con más de un adulto y sin hijos menores sitúan el bienestar en las relaciones en el 51%; en el 44% las parejas con un menor; mientras que las parejas solas y los hogares integrados por una pareja, otro adulto y sin menores coinciden en atribuir un impacto positivo del 40% en sus relaciones familiares.




“Los matrimonios jóvenes tienen o deben tener energía e ilusión para afrontar el post confinamiento, pero pueden manejar peor la frustración del salir controlado”, dice Serrano; “si no tienen hijos, puede ser una oportunidad de conectar y a la vez tener tiempos y espacios diferentes”; “los matrimonios mayores apreciarán la compañía del otro y quizá tengan menos problemas para expresar y compartir la vulnerabilidad, dado que saber que dependen de su pareja más que nunca es algo que puede unirlos”. En cambio, para esta experta en Neurociencia y relaciones de pareja, “los matrimonios de mediana edad son una incógnita, pues son los que tienen que lidiar con más responsabilidades y quizá tienen en mente a sus padres mayores, a los que no han podido atender, lo que les genera demasiado estrés, pero si se unen y se convierten en los líderes de la manada de su familia, pueden salir victoriosos”. 

La nueva realidad

Con la llamada “desescalada” ha llegado el momento de confrontar las emociones que sentimos ante la nueva realidad laboral, familiar y personal ¿qué tal si empezamos por la última? Desde el Coaching te invito a que definas cuáles han sido los aspectos positivos de tu periodo de cuarentena; aquéllos que se han traducido en bienestar emocional. Para ello, traza una línea horizontal que divida entre dos un folio. En la parte superior escribe los puntos positivos. Te propongo que empieces por el aspecto que te resulte más relevante: personal, de relaciones, familiar, laboral, económico o académico. Si te parece, numéralos en orden de importancia para ti. En la parte inferior de la hoja puedes hacer lo mismo pero esta vez con los puntos que hayan frenado tu bienestar o que, sencillamente, te hayan provocado malestar. Numéralos según te hayan afectado más o menos. 



Te incito ahora a que te concentres en la parte inferior del folio. Ve leyendo uno por uno los elementos de estrés de tu cuarentena. Observa si se trata de un suceso que te afecta solo a ti o que involucra a más personas. Reflexiona acerca de cuáles han sido tus emociones ante ese hecho, cómo las has confrontado. Si no lo has hecho, te invito a que lo hagas ahora. Algo que quizá te pueda acompañar en tu proceso es la siguiente reflexión: sea lo que sea lo que nos haya pasado, puede ser interesante enfocarlo desde el para qué, en lugar del ‘por qué me ha ocurrido a mí’ 

Por último, un regalo del actor y director indio Husain Raza: “Recordad que somos nuestras propias penas, somos nuestras propias alegrías, somos nuestros propios remedios” 

¡Feliz Desescalada Emocional! ¡Feliz Coaching!

Y recuerda que…

  • Tras la cuarentena, ahora que volvemos poco a poco a la normalidad, podemos hacer balance y centrarnos en lo positivo, en lo que hemos ganado 
  • Ha llegado el momento de confrontar las emociones que sentimos ante la nueva realidad laboral, familiar y personal ¿qué tal si empezamos por la última? 
  • Sea lo que sea lo que nos haya pasado, puede ser interesante enfocarlo desde el para qué, en lugar del ‘por qué me ha ocurrido a mí’ 
  • La convivencia mejora con el respeto, que a su vez se expresa en mantener la conexión, centrarse en lo que nos une y no poner demasiado énfasis en lo que puede generar un conflicto 
  • Los hogares compuestos por parejas con menores y adultos son los que valoran de forma más positiva el impacto de la cuarentena en las relaciones familiares 


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