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Felices sueños

¿Qué tal duermes? ¿Recuerdas lo que sueñas? ¿Te parece que podrías descansar mejor durante la noche? ¿Te despiertas asustado? ¿Te da miedo quedarte dormida? ¿Cómo es tu relación con el sueño? 

En situaciones excepcionales como las actuales dormir las horas necesarias nos permite mantener nuestro equilibrio emocional. Si no dormimos lo suficiente o de forma incorrecta se incrementa la ansiedad, se alteran nuestros niveles de azúcar en sangre, se debilita nuestro sistema inmunológico y, entre otras consecuencias, podemos aumentar de peso. Si en cambio descansamos de forma correcta, logramos bienestar, aunque para ello debamos entrenar otros hábitos saludables como son la práctica de alguna actividad física, una alimentación equilibrada, tener relaciones sociales estables y especialmente alcanzar un buen manejo de las situaciones de estrés. Y es que como se reconoce en el estudio “Dormir bien”, de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), “el estrés es incompatible con un sueño reparador”.



¿Quieres mejorar la calidad de tu sueño? Desde el Coaching te propongo que te plantees las preguntas básicas:

  1. ¿Cuál es mi reto? 
  2. ¿Qué me impide conseguirlo?
  3. ¿Cómo lo voy a lograr?
  4. ¿Cuándo?

¿Tu reto es dormir mejor? ¿qué es lo que no te deja descansar: culpa, preocupación, estrés, angustia, ansiedad, miedo, enfado o tristeza? Las emociones pueden trastornar nuestro equilibrio psicológico. Se sabe que la culpa corresponde a situaciones del pasado que, al revivirlas, nos pueden provocar tal malestar. La preocupación en cambio guarda relación con el futuro, con aquello que imaginamos que pueda llegar a suceder. Ambas emociones se combinan en la angustia, que nos hace replegarnos hacia adentro; o también nos puede provocar ansiedad, causante de alteraciones en nuestro sistema inmune, en la tensión arterial y en el nivel de glucosa, entre otros. Los niveles de adrenalina y de cortisol se elevan con el aumento de estrés y tras el enfado o la tristeza puede agazaparse el miedo, una de las emociones más poderosas.

¿Encuentras cuál es el factor que te impide alcanzar tu reto de dormir bien?

Trabajar las emociones

Una vez detectado el motivo que nos impide descansar, te propongo trabajar con la emoción predominante. Si es el enfado o la tristeza revestidos de estrés, te invito a que entrenes la herramienta de las sillas enfrentadas. Coloca dos sillas, o dos cojines en el suelo. En el de la derecha te sentarás tú y en el de la izquierda, enfrentado, la representación de tu emoción. Prepara papel y bolígrafo (también puedes utilizar tu Diario Coaching)

Tal y como hemos visto en la confrontación de otras emociones, personifica a tu interlocutora, dale una dimensión física y “mírala cara a cara”. Seguidamente te propongo que le hagas las siguientes preguntas:

  1. ¿Quién eres?
  2. ¿De dónde vienes?
  3. ¿Para qué estás aquí?
  4. ¿Qué quieres de mí?
  5. ¿Qué puedo hacer por ti?
  6. ¿Qué quieres que te dé?
  7. ¿Cómo me vas a ayudar?

Te invito a que vayas anotando las respuestas de tu personaje, de la emoción. Para ello tómate el tiempo que sea necesario, déjate fluir y escribe las respuestas. Éstas te dirán cuál será tu siguiente paso. Es el momento de hacerte otra pregunta: ¿qué hay detrás?
Cuando se trata de la “trampa de los tiempos”, es decir, si sentimos culpa por el pasado y/o la preocupación por el futuro, te propongo que utilices la herramienta del presente, el mindfulness o atención plena. El entrenamiento puede realizarse durante todo el día, de modo que cada vez que nos aborde un recuerdo del pasado o que imaginemos un posible escenario en el futuro, lo desechemos y seamos conscientes del ahora, del momento que estemos viviendo en ese instante. La práctica de la meditación puede ayudarnos en el entrenamiento del momento presente.



Una hora más

Durante el sueño, nuestro cerebro integra presente y pasado, reorganiza la información e incorpora recuerdos importantes, desechando aquellos obsoletos. La última fase del sueño, denominada REM o MOR (Movimientos Oculares Rápidos) se relaciona con el reequilibrio psíquico y según los expertos las mujeres necesitan dormir, de media, una hora más que los hombres para su correcto reequilibrio hormonal.
Os invito a dejar aparcadas discusiones, preocupaciones y decisiones relevantes antes de ir a dormir, para permitir que las emociones se estabilicen. En este sentido, desde el Coaching os propongo prestar atención a los siguientes factores:

Evitar el juicio: Cuando juzgamos a las personas o sus acciones también nos juzgamos a nosotros mismos. La emoción resultante puede ser la culpa, que no enlaza con el buen descanso.

Autoestima: Trabajar la autoestima, aprender a querernos, parte del no juicio, de la autocomprensión y de la autocompasión inteligente.

Razón y felicidad: ¿Qué escoges: tener razón o ser feliz? Entrenar el ego nos da la posibilidad de ser empáticos y asertivos.

Comprensión: Tras la empatía, al ponernos en el lugar del otro, es más fácil comprender a la otra persona, y también a nosotros mismos.

Compasión inteligente: Se trata de sentir empatía hacia la otra persona, comprensión y tener el deseo de ayudar.

El entrenamiento en estos vectores de conducta puede ayudarnos a solucionar nuestros problemas de sueño. Un informe de la Asociación de fabricantes de equipos de descanso (Asocama) revela que en el 68% de los casos las personas se levantan con energía y descansados, mientras que el 32%, fundamentalmente mujeres, lo hacen con sensación de no haber descansado y con dolores musculares; más de la mitad de los encuestados para dicho estudio dicen no tener problema para dormirse, el 24% tarda menos de media hora y vuelven a ser las mujeres quienes tienen más problemas para conciliar el sueño. Por cierto: los españoles dormimos una media de entre siete y ocho horas, algo más durante los fines de semana.

¡Felices Sueños! ¡Feliz Coaching!



Y recuerda que…
  • En situaciones excepcionales como las actuales dormir las horas necesarias nos permite mantener nuestro equilibrio emocional 

  • Os invito a dejar aparcadas discusiones, preocupaciones y decisiones relevantes antes de ir a dormir, para permitir que nuestras emociones se estabilicen 

  • Un ambiente tranquilo y acogedor en el dormitorio, sin elementos relacionados con el trabajo, contribuyen a la secreción de la hormona del sueño, la melatonina 

  • Durante el sueño nuestro cerebro integra presente y pasado, reorganiza la información e incorpora recuerdos importantes, desechando aquellos obsoletos 

  • La última fase del sueño se relaciona con el reequilibrio psíquico y según los expertos las mujeres necesitan dormir, de media, una hora más que los hombres 


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